- Accesorios del dispositivo.
- Arañazos y desgaste normal del terminal.
- Gastos que puedan producirse por la pérdida de datos o archivos del dispositivo.
- Daños, defectos o vicios ya existentes a la hora de contratar el seguro; o daños eléctricos o mecánicos.
- Cualquier siniestro por guerra, terrorismo, participación en conflictos armados o riesgos nucleares.